Aunque parezca increíble, a la hora de pactar el sueldo con la empresa, ya sea por desconocimiento, falta de comunicación o por un malentendido, los términos salario neto y salario bruto suelen confundirse.

Salario bruto y neto: ¿cuáles son las diferencias?

Si no quieres recibir ninguna sorpresa desagradable al recibir la nómina, el comparador financiero y de minicréditos rápidos Wannacash.es explica, entre otros aspectos, qué elementos componen el sueldo, qué diferencia hay entre el salario bruto y el salario neto o de qué depende que las retenciones sean mayores o menores.

Aunque parezca increíble, a la hora de pactar el sueldo con la empresa, ya sea por desconocimiento, falta de comunicación o por un malentendido, los términos salario neto y salario bruto suelen confundirse. Por lo tanto, hablamos de un concepto básico que todo empresario y trabajador debe tener presente a la hora de firmar un contrato de trabajo.

Pues bien, el salario neto es el dinero que realmente recibe el trabajador por sus servicios, es decir, el dinero que ingresa en su cuenta una vez se le aplican las cotizaciones a la Seguridad Social y las retenciones por el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El salario bruto, por su parte, es el dinero total que se le paga al trabajador antes de aplicar dichas retenciones y cotizaciones (valores que deben figurar obligatoriamente en la nómina del empleado).

Cuando hablamos del IRPF hacemos mención -a grandes rasgos- del dinero que la Agencia Tributaria descuenta de la nómina en previsión de los impuestos que después tendrá que pagar el trabajador (es por ello que en caso de que las cantidades retenidas sean mayores a lo debido, la declaración sale a devolver, y viceversa). Sin embargo, no todos pagan el mismo IRPF puesto que la cantidad retenida de este impuesto varía en función de los ingresos del trabajador y de su situación familiar (estado civil, hijos, personas mayores o con minusvalía a su cargo, etcétera).

Por otra parte, las cuotas o cotizaciones a la Seguridad Social dependen de la situación contractual del trabajador, es decir, si tienes un contrato temporal o indefinido. En este caso, la mayoría de la aportación a la Seguridad Social la afronta la empresa -entre un 30 y un 40%-, mientras que el trabajador realiza una pequeña parte -entre un 6 y un 7% del salario-.

En definitiva, el control y conocimiento de la nómina y de los elementos que la forman es esencial para negociar un sueldo sin equivocar conceptos y, por supuesto, para evitar una situación incómoda. Además, actualmente existen multitud de herramientas y calculadoras online que te ayudarán a calcular de forma exacta el salario que llegará a tu cuenta a partir de las variables que se han mencionado a lo largo del artículo.

Artículo de Wannacash.