Francisco Marín

Francisco Marín defiende que el proyecto de la nueva sede de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil es “más eficiente” desde el punto de vista energético, técnico y económico.

 

En un desayuno informativo, el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, ha explicado las motivaciones que llevaron al organismo que preside a optar por una solución distinta a la propuesta por el ganador del concurso de ideas de 2012 para su nueva sede. Este cambio ha sido objeto de polémica en las últimas semanas, al surgir críticas sobre su coste y al instar el pleno del Concello de Ourense – aprobando una moción del PSOE- a retomar el anteproyecto ganador.

Marín se refirió a deficiencias en el diseño, como que la entrada a los garajes se encontraba en zona inundable, que el número de plazas de garaje no cumplía la ordenanza municipal, o que la superficie destinada para archivos y laboratorios era insuficiente. También a dificultades en la accesibilidad al situar la zona de atención al público y registro en bajo rasante, y en la funcionalidad, al distribuir en varias plantas una misma unidad administrativa. Además, el autor del proyecto ganador calculaba unos costes de 6,4 millones de euros, cifra que superaba con creces los 4,5 millones previstos.

El organismo de cuenca valoró la posibilidad de encargar al estudio ganador una modificación del proyecto, pero lo descartó tanto por el coste del mismo (alrededor de 100.000 euros) como por entender “que las modificaciones a introducir desvirtuarían considerablemente el anteproyecto ganador”.

Se encarga un nuevo proyecto
De ahí se tomó la decisión de encargar un nuevo proyecto básico a un arquitecto local, con un coste de 18.000 euros. Este nuevo proyecto, que es el que se ha presentado al Concello de Ourense para obtener la licencia, reduce el coste de las obras a 4,9 millones de euros. Además, la entrada a garajes ya no se encuentra en zona inundable, la estructura permitirá en el futuro incrementar hasta dos plantas de ser necesario, multiplica por cinco la superficie destinada a archivo y amplía también la superficie para laboratorios. Se incrementan las plazas de garaje hasta 57, y se potencia la movilidad horizontal del edificio. El presidente de la CHMS estima que pueden producirse rebajas en la licitación de la obra al emplearse materiales propios de la zona como granito, pizarra y madera.

Francisco Marín no quiso criticar la decisión de su antecesor en el cargo (Francisco Liñares) de convocar un concurso de ideas para la sede del ente, pero sí afirmó que en la selección del proyecto se primó “el tener un edificio singular y emblemático” sobre criterios funcionales. “Cuando yo llegué (al puesto), ya estaba la propuesta hecha”, recordó.

El coste del cambio de proyecto ha sido el pagar los 35.000 euros de premios del concurso de ideas. El pliego del concurso ya contemplaba la posibilidad de que finalmente la CHMS optara por otro proyecto distinto al ganador, como así ha sido.

La previsión que maneja Marín es que a final de este año esté adjudicado el proyecto de construcción, y en el verano próximo la obra. Con un plazo de ejecución de entre 12 y 18 meses, se cumpliría así el requisito de que la nueva sede esté finalizada antes de concluir 2017.

En la actualidad la CHMS cuenta con cerca de 90 trabajadores, repartidos por cuatro locales distintos en la capital ourensana, algunos de ellos alquilados.