Uso desfibrilador pediátrico

La Federación provincial de AMPAS de centros de enseñanza públicos promueve la instalación de este dispositivo en centros educativos a partir del próximo curso.

 

Cada día fallecen en España cien personas por muerte súbita. El conocimiento de la maniobra de reanimación cardiopulmonar básica y la generalización de la presencia de desfibriladores en espacios públicos podrían salvar muchas de estas vidas, pues un 80% de estas muertes son extrahospitalarias. Por ello, la Federación provincial de AMPAS de centros de enseñanza públicos de Ourense (FAPA Ourense) ha firmado un convenio de colaboración con la empresa Equipamentos Sanitarios Castro S.L. distribuidor de desfibriladores Philips en Galicia, con el objetivo de comenzar a implantar desfibriladores en los colegios ourensanos a partir del curso que viene. En nuestra provincia, el primer colegio público que va a disponer de este dispositivo será el CEIP Mestre Vide de la capital, a raíz de una iniciativa previa del propio centro.

José Antonio Álvarez, presidente de FAPA Ourense, explicó que durante el verano se pondrán en contacto con organismos públicos, fundaciones y empresas para sufragar la instalación de este dispositivo. El coste de un desfibrilador pediátrico con el equipo completo ronda los 2.400 euros, apuntaba Jesús Castro, gerente de Equipamentos Sanitarios Castro. Equipar, por tanto, a los 117 colegios asociados a la FAPA tendría un coste superior a 280.000 euros, aunque la intención de la Federación es implantarlos en todos los centros educativos de la provincia, estén o no federados. Según datos facilitados por el presidente de FAPA Ourense, en los últimos dos años y medio han fallecido en colegios gallegos entre 12 y 15 niños por muerte súbita.

Por el momento, en Galicia no existe ninguna norma que obligue a la instalación de desfibriladores en espacios públicos, como si hay en otras comunidades como Andalucía, Cataluña o País Vasco. Con todo, la obligatoriedad se limita a grandes recintos como estadios o estaciones de tren, no centros educativos. En este sentido, la tasa de implantación de desfibriladores en España es baja comparada con otros países de nuestro entorno: si en España hay 9.000 desfibriladores, en Francia rondan los 90.000 y en Alemania los 50.000, según precisó el doctor Miguel Pérez de Juan. También en países como Finlandia, Suecia o EEUU se imparte formación en primeros auxilios en la escuela, lo que no sucede en nuestro país, apostilló el cardiólogo.

Al finalizar la rueda de prensa, dos menores de 8 y 10 años realizaron una demostración de cómo utilizar uno de estos aparatos. Una tecnología al alcance de un niño que puede salvar vidas.